Virtudes: 16 - Tono humano

                    Tono humano

Entendemos por tono humano una serie de pequeñas cosas, y detalles en algunas virtudes, que hacen agradable el trato y presuponen el respeto en las relaciones con los demás. Incluye varios aspectos como la cordialidad, la amabilidad, el buen gusto en el habla y en los temas de conversación, la manera digna de presentarse y de vestir, la forma de comportarse en la mesa y en el juego, detalles de pequeños servicios, detalles de sencillez y naturalidad, el cuidado de las cosas materiales, etc.

Es algo que se aprende fundamentalmente en el ámbito familiar, pero se aprecia y agradece cuando está presente en otros ambientes como en la escuela, en el trabajo, en el recreo, en el deporte,... también en la calle, en los lugares públicos, en los comercios, en las relaciones de vecindad... Ambientes en los que no siempre se viven estos detalles de tono humano y que se echan en falta. Ambientes en los que a menudo dominan las caras largas, gestos antipáticos, respuestas bruscas, malas palabras, reacciones individualistas, faltas de respeto, mal uso del mobiliario público, etc. A veces, llevar el tono humano en estos ambientes supondrá ir un poco contra corriente.

La familia es el ámbito educativo por excelencia donde estos aspectos se pueden trabajar desde pequeños para que pasen a formar parte de la forma de ser y se conviertan en hábitos positivos y buenos de la persona. Se trata, entre otras cosas, de cuidar la delicadeza en el trato y no caer en el error de que, como hay confianza, no hay que contenerse en manifestaciones de una mala entendida naturalidad. A veces el exceso de confianza no es otra cosa que falta de respeto.

Repasemos algunas cosas que son fáciles de decir y aceptar, pero no tanto de hacerlas cumplir yendo por delante con el ejemplo:

-Las palabras gracias, por favor, perdón, deben ser de uso habitual en la familia.

-En el hogar se puede vestir más cómodamente que en otros lugares, pero cuidaremos que la manera de estar sea agradable a los demás y no suponga una falta de respeto.

-Enseñaremos a tener detalles de pudor a la hora de ir al baño, de vestirse, de ir a dormir.

-Insistiremos en todo lo referente a la higiene personal, creando los hábitos necesarios.

-Evitaremos cualquier palabra malsonante. Mantendremos un tono de voz suficiente y evitaremos los gritos.

-En la mesa enseñaremos a tener detalles de pequeños servicios y a cuidar la urbanidad.

-En las conversaciones procuraremos ser positivos evitando críticas y chismes innecesarios. Daremos opción a hablar y enseñaremos a escuchar sin interrumpir. Fomentaremos la tertulia.

-En los juegos colectivos enseñaremos a ganar ya perder, y a no hacer nunca ni la más mínima trampa.

-Entre todos cuidaremos, y enseñaremos a cuidar, la limpieza y el orden en el hogar.

-Enseñaremos a utilizar correctamente la televisión, respetando los gustos de los demás. -Potenciaremos el gusto por la lectura.

-Evitaremos posturas y gestos inadecuados. Cuidaremos la forma de sentarse.

-Enseñaremos a saludar convenientemente a familiares, amigos, conocidos y extraños, con la cortesía y amabilidad que corresponde en cada caso.

A todo esto, y a más cosas que se podrían añadir, le daremos el sentido para vivirlo. Insistiremos, sin desfallecer, en que se viva y revestiremos nuestra exigencia con el cariño sincero, la comprensión, la confianza y el ejemplo. Es evidente que surgirán conflictos, pequeñas y grandes rabietas, y salidas de tono, pero procuraremos resolverlas con mucha serenidad y paz, buscando la reconciliación y corrigiendo adecuadamente cuando sea necesario.

También dentro del tono humano fomentaremos el interés por la cultura y las aficiones personales. Procuraremos también fomentar ambiciones nobles que supongan abrirse a los demás con generosidad y espíritu de servicio.